“Hoy hemos estado caminando en esta marcha que demuestra la fe que tiene Costa Rica. Una vez más Costa Rica se une alrededor de sus principios cristianos para defender la vida, la familia y para defender la paz que hemos luchado por años acá en nuestro país”, diputado Leiva del Partido Unidad Social Cristiana (Pusc).
Miles de personas llenaron de colores y bailes la Avenida Segunda, el Paseo Colón y la Sabana el pasado sábado al participar en La Marcha para Jesús que fue convocada por grupos cristianos.
Desde las ocho de la mañana inició la movilización desde la Plaza de la Democracia y se extendió hasta pasadas las dos de la tarde cuando la cola llegó al sector este del Parque Metropolitano La Sabana donde se pondría fin al acto.
Los dirigentes evangélicos explicaron días atrás que esta actividad no se realizaba desde 1999 y que se hizo por primera vez en 1987, para esta ocasión se presentaron un aproximado de 200 mil personas.
En la actividad participaron las familias costarricenses cristianas, los grupos pastorales del país, organizaciones religiosas y algunos diputados del bloque cristiano de la Asamblea Legislativa como Fabricio Alvarado o Johnny Leiva.
“Hoy hemos estado caminando en esta marcha que demuestra la fe que tiene Costa Rica. Una vez más Costa Rica se une alrededor de sus principios cristianos para defender la vida, la familia y para defender la paz que hemos luchado por años acá en nuestro país. Creo que es una señal clara de qué es lo que Costa Rica quiere”, expresó el diputado Leiva del Partido Unidad Social Cristiana (Pusc).
Por seguridad de quienes participaban en la marcha fue necesario cerrar todas las transversales de la Avenida Segunda, el Paseo Colón y algunas calles de Sabana.
“Lo de nosotros consiste no solo en mimo sino en drama, hacemos teatro, pantomima y la idea es salir a evangelizar en el nombre de Dios y hacer una voz junta”, dijo Reina Salazar, que viajaban desde Desamparados por parte del Ministerio Unción Paso Fuerte y realizaban una coreografía mímica.
Mientras tanto Claudia Jiménez de Tibás llegó vestida de campesina. Según relató a este medio decidió ir de esta forma para demostrar un doble amor: el amor a Jesús y el amor por su patria que tiene muchas cosas que mejorar.
La actividad fue convocada por la iglesia evangélica, sin embargo muchos católicos se acercaron a la movilización que paralizó la capital el pasdo sábado.
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