La famosa levadura

La famosa levadura

Por: Dr. Félix Muñoz

“Habían olvidado de traer pan, y no tenían sino un pan consigo en la barca. Y él les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes. Y discutían entre sí, diciendo: Es porque no trajimos pan. Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Qué discutís, porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón? ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no recordáis? Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas cestas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Doce. Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Siete. Y les dijo: ¿Cómo aún no entendéis? – Mr 8:14-21 (RVR)”.

Para comprender mejor todo a la luz de la biblia debemos primero ver el significado de la Palabra “levadura” en su contexto histórico cultural. La levadura era excluida rigurosamente de las ofrendas de comidas (Éx 29:2, 23, 32; Lv 2:1-16; 6:14-23; 7:9, 10; 8:2, 26, 31; 10:12; Núm 15:1-9, 17-21; 18:9, cf. Éx 23:18; 34:15). Representaba corrupción y por lo tanto era simbólica del pecado. Se la permitía en algunas otras ofrendas (Éx 23:15; 34:22, 23; Lv 2:11; 7:13, 14; 23:17, 18; Núm 15:20), quizás para indicar que la levadura como parte de la comida diaria simboliza el pecado que está todavía inherente al que se postra a adorar.

La levadura fue excluida de la Pascua (Éx 12:14-20; 23:15; 34:18; Deut 16:2-4) debido a la manera urgente en que Israel huyó de Egipto (Éx 12:11, 29; Deut 16:3) y por el hecho de que la levadura era un tipo de Cristo el cual era completamente libre de corrupción (cf. 1 Cor 5:7, 8). El pecaminoso reino del norte (Am 4:5) mezclaba lo permitido (Lv 7:13; 23:17) con lo prohibido (Éx 23:18; 34:25; Lv 2:11). En el NT la levadura simboliza o el legalismo judío (Mt 16:6, 12; Gál 5:9) o la corrupción moral (1 Cor 5:6 ss.).

El texto Griego utilizado para las palabras “les mando” significa que Jesucristo siguió hablándoles, para asegurarse que entendieran lo que Él dijo. Levadura fue usada en las enseñanzas de Jesús para indicar cosas positivas, como el crecimiento, o cosas negativas, como en este caso la mala influencia de la religiosidad falsa de los fariseos, así como también su dureza para entender la presencia del Hijo de Dios. La mención de Herodes es propia de Marcos, ya que Mateo (16:6) dice “saduceos”, y su mención apunta a la relación íntima entre el poder político corrupto y la religiosidad que dejaba sus principios para obtener prebendas.

En si la levadura tipifica una doctrina malvada y llena de falsedad, Jesucristo hace mención de Herodes en conjunto a tal pensamiento de maldad y falsedad, expresando así la afirmación por algunos judíos de que este déspota (Herodes) fue el Mesías (auto proclamado), lo cual hicieron esto para conseguir prosperidad financiera y adquirir bienes materiales (típico de los falsos maestros y exponentes de doctrinas erradas).

Aunque los discípulos sabían claramente que pasaba en los asuntos gubernamentales en tales tiempos no encontraron que tenía que ver una cosa con la otra (v.16). Mejor dicho: “No tenían la más mínima idea de lo que Él decía”. Jesucristo como Dios y conocedor de todo, por el Espíritu vio lo que pensaban en sus corazones (v.17) y les pregunta “¿Qué discutís, porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón?” Con tales preguntas el Señor comunico: “No hablo del aspecto físico, fijan su atención demasiado en lo natural y nada en lo espiritual”.

En sí, el reproche de Jesús es por la falta de comprensión acerca de lo que es la levadura (Doctrina falsa y maldad en sus acciones) de los fariseos y de Herodes, y por la falta de confianza en que él podía suplir para sus necesidades. Ellos en lugar de enfocarse en la advertencia de Jesús (v. 15), pasan a discutir por qué no tenían pan (cf. 4:11, 12; 6:52). Esto un llamamiento a comprender y seguir adelante (cf. Mateo 16:12), donde dice que ahora sí entendieron.

Por ello afirma el Señor “¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no recordáis?” Tales declaraciones afirman lo siguiente: “Les he mostrado evidencias visibles, he hablado palabras claras y aun así no entienden” No se habían dado cuenta del significado espiritual, y peor aún, se habían olvidado de que Jesús podría y proveería para las necesidades materiales de aquellos que buscaban el reino de Dios; él ya lo había demostrado en los milagros de alimentación. Esta vez Jesús los reprendió severamente (v.21). Debieran haber visto que la levadura de los fariseos era igual que la actitud hacia la vida que asumían ellos, todo esto afectaría a los discípulos a menos que tuvieran precaución.

Nosotros también tenemos que estar en guardia en contra del “espíritu de esta era” o del pensamiento y las enseñanzas de las otras religiones y doctrinas que están en contra de la Verdad revelada de Dios en Su Palabra que nos rodean. El camino dado por Cristo es totalmente diferente del camino del mundo, del cual leemos en los periódicos, oímos por la radio, o vemos en la televisión (Exponentes bíblico-corruptos).

¿Cuál es el famoso mensaje de la levadura? 

Que el creyente debe ser sumamente cuidadoso en no dejarse corromper por la maldad y el error de expositores los cuales descontextualizan la Palabra mal-formando Su mensaje, trayendo así un enfoque egoísta dirigido a los placeres económicos y posicionalmente sociales de este mundo.

¿Cómo ser preservados de ello?

1) Recordado todo lo dicho y hecho por Jesús “Observar cuidadosamente las acciones, carácter, pensamiento y palabras de El a la luz de la Biblia (Jn 5:39, Lc 24:44-45)”.

2) Estudiando adecuadamente la Palabra de Diosen su propio contexto (Hch 17:10-12).

3) Analizando las doctrinas expuestas a la luz de la Palabra, de estas negar una o más de la doctrina bíblica fundamental debe ser rechazada (2 Tim 3:16-17, Tit 1:9). Y comparando la vida del expositor con la de Jesucrito, y lo que la misma biblia afirma sobre el comportamiento cristiano.

4) Rindiendo la vida al Espíritu Santo, sin condición alguna y sin reservas o medidas (Rom 8:14).

5) Manteniendo el enfoque en lo celestial, no en lo terrenal (Col 3:1-4).

6) Creyendo en Su Palabra no en un pensamiento ajeno [revelaciones extra-bíblicas] sobre ella (1 Tim 6:3-14).