El miércoles (30) Rusia realizó algunos ataques aéreos en Siria para tratar de golpear al grupo terrorista Estado Islámico. El Parlamento autorizó la acción de las tropas rusas en el país que tiene como objetivo, puntos estratégicos como espacios con material militar, comunicaciones, armas depósitos, municiones y combustible.
Según el Ministerio de Defensa, al menos ocho objetivos fueron destruidos y un video difundido por el órgano muestra cómo sucedieron los ataques.
“Nuestros aviones atacaron ocho objetivos. Todos fueron completamente destruidos, en particular, un puesto de mando”, dijo la defensa rusa.
Los aviones rusos fueron operados por pilotos militares sirios y de acuerdo con un funcionario del Ministerio de Defensa de Rusia, Yuri Yakubov, citado por Interfax, los ataques se llevaron a cabo de acuerdo con las fuerzas sirias y confiaron en la ayuda del centro de coordinación antiterrorista de Bagdad.
“Nuestros aviones efectuaron una operación aérea y golpearon con precisión los objetivos en tierras terroristas del Estado islámico en Siria”, dijo el general Igor Konashenkov, portavoz del Ministerio de Defensa.
El órgano ruso dejó en claro que las áreas de los civiles no eran objetivos de los ataques. Pero la fuerza dada por Rusia está lejos de ser un apoyo a los Estados Unidos porque Moscú apoya al presidente sirio, Bashar al-Assad, mientras que las fuerzas occidentales dan apoyo a los grupos rebeldes que se oponen al presidente. Lo único común que tiene EE. UU. y Rusia es que sólo están luchando contra el Estado Islámico.
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